Cuando el Seis de Oros nos llama – Parte II

Cuando pienso ahora en mi reacción, me doy cuenta de cómo un-cómoda la situación me había hecho. No tenemos mucho. Mi esposo perdió su empleo hace un año. Pero lo estamos haciendo y estamos mucho mejor que un montón de gente, como este hombre de pie en el porche. Él y su familia fueron escrutinio del barrio pidiendo la chatarra a su vez, por dinero en efectivo.

Así que aquí me siento en mi limpieza suficiente-casa, con mi carrera de CA y mi barriga llena. Pienso en los acontecimientos el día de hoy y cómo podría haber manejado de manera diferente. Me gusta pensar que si dos de mis nietos no estaban a la puerta conmigo y que el modo de protección abuela dio una patada en que yo podría haber reaccionado de manera diferente y con más compasión. Espero que sí.

Doy gracias todos los días para saber cómo estoy bendecido. Mi familia está creciendo, que tengan un techo sobre nuestras cabezas, la comida en nuestras mesas, y estamos muy sanos. Sabemos que si alguno de nosotros se encuentran en necesidad de poder contar con ellos para ayudar a superar momentos difíciles. Estoy bendecido.

Descubrí que es muy fácil sentarse y pensar en ayudar a nuestro prójimo o vecino, para hablar de amor incondicional y actuar con compasión. Llegó como una sorpresa para mí que era más difícil de actuar frente a alguien que lo necesite. No es que yo no estaba dispuesto a ayudar, que era una reacción visceral que ni siquiera me di cuenta hasta que pensé en ello más tarde.

Voy a tratar de actuar con más compasión en el futuro si el 6 de Oros siempre llama a mi puerta.