Por cartas invertidas se entiende las cartas que al extenderlas aparecen cabeza abajo. Hay personas que otorgan más importancia a este aspecto que otras. La diferencia no es otra que el grado de trascendencia que debe otorgarse a estas cartas.
No existen normas rígidas al respecto, pero básicamente una carta invertida puede representar una demora, una disminución, una falta o exceso de significado. El hecho, sencillamente, plantea un mayor interrogante sobre el significado de la carta en el lugar en que aparece. Es posible llegar a interpretar las cartas de forma muy mecánica y dogmática, como si estuviéramos, en cierto modo, descifrando un jeroglífico del antiguo Egipto.
Pero leer las cartas no es eso. Leer las cartas es como conducir una barca de remos río abajo. En ningún momento debe perder de vista la vida del consultante, y ha de asegurarse de que las cartas encajan en ella, y no a la inversa. Con el tiempo, cuanto más utilice la intuición, más podrá olvidarse del significado exacto de las cartas y dejarse llevar por las sensaciones. No se trata de sustituir una cosa por otra, sino de emplear ambas a fin de realizar una lectura útil. Así pues, si la carta está invertida, no salte inmediatamente al significado contrario.
Por ejemplo, si el Tres de Espadas aparece cabeza abajo, eso no implica que el consultante esté angustiado. Es probable que signifique que tiene muchos sentimientos reprimidos y que precisará de mucha ayuda para liberarlos. Si el consultante tiene la Rueda de la Fortuna invertida, no significa falta de abundancia, sino más bien una actitud excesivamente optimista y, por lo tanto, la necesidad de leer con especial atención la letra pequeña de un posible acuerdo o trato.
Esta carta invertida indica que el consultante se siente indebidamente afortunado, en lugar de ser realmente afortunado.
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