Después de la era de la oscuridad y la persecución de la Iglesia, el Tarot de nuevo ha sido testigo de una notable expansión en todo el mundo. Desde Europa, en los que antes habría sido alcanzado desde Egipto y como consecuencia su difusión se hizo por toda América del Norte y muchas otras regiones del mundo.
En el siglo XIX comenzó una revolución en las artes de la mística y lo esotérico que potencian la expansión del acceso a los conocimientos que fueron suprimidos en el pasado. Desafortunadamente, con esta expansión también se vio una amplia difusión de charlatanes e impostores, cuyas condiciones sociales típicas de la época les permitió engañar a las personas menos informadas, y haciendo que estos malos y falsos difusores de este arte, recibieran grandes sumas de dinero.
Estos delincuentes también han contribuido en menospreciar el arte del Tarot, así como la lectura del destino, la cábala, la astrología y muchas otras artes. Socavando así la aceptación general de la población, el Tarot había tenido pues un proceso a través del tiempo, pero que gracias a su difusión y además mayor conocimiento de esta arte a través de la población, es que ahora la gente tiene al menos un idea de lo que es el Tarot.
A partir del siglo XIX, a continuación, poco a poco empezó a mejorar hasta el día de hoy, donde el acceso a la información no está condicionado sólo a los ricos, sino a toda la población en general.
Podemos decir entonces que el Tarot fue muy influenciado por el Renacimiento.
Deja una respuesta