No importa cuánto tiempo usted ha estado leyendo el tarot, aquí hay un hecho preocupante: que vas a cometer errores. Pero la buena noticia: cuanto más tiempo se mantiene en ella, más fácil se vuelve a planear sobre las ventanillas pegajosas que muchos se enfrentan los lectores.
He estado en las trincheras del tarot por más de treinta años (dos décadas profesionalmente) y recuerdo muy bien algunos errores dolorosos que he hecho desde el principio. He aprendido algunas duras lecciones a lo largo del camino, pero la mejor parte es el siguiente: una vez que entendí esos errores, dejé de hacerlas.
He hablado con muchos amigos lectores a través de los años y todo lo que he sido culpable de uno o más de estos errores comunes cuando empezamos a trabajar con el tarot:
- Dependiendo demasiado en el \»librito blanco\». Aunque no hay nada malo con el uso de libros de tarot para familiarizarse con las cartas, en algún momento usted tiene que deshacerse de las ruedas de entrenamiento. Uno, ningún cliente va a estar cómodo con un lector que se refería constantemente al libro. En segundo lugar, se arriesga a memorizar significados memorísticos que otra persona escribió en vez de escuchar a su propia guía interior. Leer el libro, entender los conceptos y desarrollar sus propias interpretaciones.
- Convertirse enamorado de sus \»poderes\» recién descubiertas. Cuando usted comienza dando lecturas y comienza a recibir algunos comentarios positivos, es muy fácil que el ego complicado para colarse por la puerta trasera y de repente usted asume que es una especie de gurú que todo lo sabe mística. Una mala lectura suele terminar esa forma de pensar (por supuesto, entonces usted tiene el problema opuesto de pensar que chupar). Obtener más de ti mismo. La lectura no es acerca de usted o de sus poderes – que siempre se trata de servir al cliente.
- Dar una predicción sin estrategias para cambiar el resultado. Así se cierra de golpe las cartas y decirle a un cliente que algo negativo puede suceder es inútil y des empoderamiento también.
Explore otras posibilidades y estrategias con su cliente. Anímelos a hacer preguntas que ponen el futuro en sus manos.
Recuerde que no se reduce a la piedra – recordar a su cliente que siempre están en control de su destino.
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